jueves, 20 de octubre de 2016

DEBILIDAD

Debería arrancarme la piel,
los ojos y la lengua
y esperar a mutarme
en un silencio húmedo.
Dejar la voz dormir,
mientras me excuso en las cuencas
de los ojos.
Sabrá la noche entonces,
mientras me lame
hasta mi plenitud y la de ella.
Luego llegará la luz
y volverá la misma piel,
la misma lengua,
los mismos ojos
y esa palabra que tanto me mata.


lunes, 8 de agosto de 2016

(.....)

A sabiendas que ya no estás,
yo escribo.

Porque rendirse
es no haber sentido
y sentirte te hace más vivo.

Cuando la tinta moja
éste papel virgen,
crecen enredaderas
a lo largo de mi cuerpo.

Suben hasta mi pelo
y dejan libre mi cuello.
Donde escribes,
donde posas tu boca,
donde versas mis besos,
donde tus dedos tocan días concretos.

Por eso hoy,
he decidido beberme la noche.

© Blanca Vicario

EDAD

Más allá del vértigo,
cuando el grito cesa
comienzo a pensar
y me dignifico templando
el pecho.
Entonces,
quiero escribirte un poema
que hable del paso del tiempo.
Pero no sé.
A menudo,
se cruzan líneas en tu rostro
y me despisto.
Luego tu sonrisa cesa
y vuelve la sombra.
Tu saliva no responde
y ya no reverdecen los verbos
en presente.
Te acomodaste demasiado;
en cuclillas,
boca abajo,
pensativo
y es tu nuca, luna color plata,
donde se apagan los soles.


domingo, 8 de mayo de 2016

HAIKUS

HAIKUS
Cuando tus besos
hagan hueco en mi pecho,
sabré entonces,

que las verdades
existen en tu boca
y se transmiten,

como sonidos
de pájaros cantando
para adornarme

y, anidando
éste cuerpo enramado
en mil deseos.

© Blanca Vicario

sábado, 23 de abril de 2016

HABITACIÓN

HABITACIÓN
Después
de medir toda la pared,
todo el suelo,
todas las distancias.
Después de respirar
dentro del armario,
de drogarse
y excitar la sangre,
vino un receso
y encendió la luz.
Limpió los espejos
e introdujo los dedos
en su pecho,
creía haber vencido al miedo,
al silencio,
a sus recuerdos.
Después se pintó los ojos de añil
y cerró bien fuerte la puerta,
para que no entrara más veces
esa estancia maldita en su memoria.


domingo, 3 de abril de 2016

(.....)

El tiempo no se detiene.
Son los ojos del que existe,
él que mira lento
para dar más tiempo.

Pero nunca se detiene,
su lema es pasar.

Pasan las nubes,
los coches,
los niños
y el murmullo de las horas.

Todo pasa.
Mientras tanto
es mejor bailar en las baldosas,
o cantar al viento,
o abrazar los árboles,
o simplemente
escribir un poema para saberse vivo.

© Blanca Vicario

domingo, 28 de febrero de 2016

( ..... )

El pensamiento
vino a verme
y me cosió el pecho
para que no salieran los latidos.
Hacían mucho ruido,
despertando un amor dormido.
Una espada cortó el momento
e hizo del mundo un hilo,
donde se columpia la incertidumbre.


COLECCIONISTA

Tenía una distancia y una meta
y una flor en su pelo,
una ventura en el trayecto
y una mácula en su cuerpo.

Ella no era virgen
y recreaba escenas furtivas.

Jugaba en los cristales
con el vaho de sus adentros
y pintaba
y movía su pelo
y escribía respuestas.

Un zumbido de abejas
habitaba su ombligo
y una sensación se abría.

Ella coleccionaba espacios de tiempo.
Decía, que por si acaso.
© Blanca Vicario