lunes, 8 de agosto de 2016

EDAD

Más allá del vértigo,
cuando el grito cesa
comienzo a pensar
y me dignifico templando
el pecho.
Entonces,
quiero escribirte un poema
que hable del paso del tiempo.
Pero no sé.
A menudo,
se cruzan líneas en tu rostro
y me despisto.
Luego tu sonrisa cesa
y vuelve la sombra.
Tu saliva no responde
y ya no reverdecen los verbos
en presente.
Te acomodaste demasiado;
en cuclillas,
boca abajo,
pensativo
y es tu nuca, luna color plata,
donde se apagan los soles.


1 comentario:

  1. Blanca me gusta mucho como escribes,demuestras una gran sensibilidad en tus poemas, Bravo!!!

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