domingo, 30 de marzo de 2014

ETÉREO

ETÉREO

Te amé
y no sabía de la muerte
y que todos los principios
tienen un final.

Que los silencios abducen
y secan;
y que la saliva atora
y engorda.

Sólo tengo relojes
y sonidos que me transportan
en latas de cierre hermético,
donde se gestan las letras
que aún no sé escribir.

Algún día,
cuando la muerte no sea muerte
y los silencios aborten,
naceremos nuevos.

Se abrirán las bocas, tejiendo tiempo.

© Blanca

SILENCIO

Primero la luz
y luego el trueno,
traen la lluvia del silencio.
Cala hasta los huesos
y en la savia de ellos
flotan todas las palabras
y escriben:
Amor mío,
mi cuerpo está cansado,
quebrado por la ausencia
y floto en ella,
como un pez que busca el mar.
Vivo el trayecto
a la deriva de tu cuerpo,
de tu sangre;
qué me ahogue,
qué me transfunda,
qué me haga nueva.
Qué me quite todas las lunas negras
y llene mi cama de soles,
para mirarte.

© Blanca

SUSPIRO DE UN POEMA

SUSPIRO DE UN POEMA

En esta inmensa desmesura,
aflojaré todos los verbos.
No pretendo sacrificios,
ni callar lo más sabido.
Tan sólo soy pájaro,
que dormito
en tus etéreas manos.
Hablar,
me envuelve en velos,
callar,
me desnuda.
Y me hace silencio
de primavera.

© Blanca