jueves, 29 de agosto de 2013

Día...

Al levantarme
con el café de la mañana,
bebo todas las palabras
que tiene el día.

Al mediodía
quieren salir,
en ese estado
que deja la digestión.

En las tardes,
siempre…
a la luz de una vela
las quemo escribiendo.

Unas veces
forman versos,
otras
son difíciles de digerir,
quedando en estado
de vomitarlas.

Son:
las que atrasan la vida,
las que hacen llorar hacia dentro;
esas que dejan los ojos,
a la espera
de eternas despedidas.

© Blanca