domingo, 30 de agosto de 2015

ASÍ

Escribo,
para coser la piel que se rasga.
Para ungir alguna lengua.
Escribo para convertirme en sal
y me devore el hielo.
Escribo también en tu boca,
cuando callas que me amas.
Escribo a dos manos,
como los mendigos piden.
Escribo para volar,
pero carezco del impulso
de tus alas.
Para hundirme en la tierra
y saber el olor de los muertos.
Escribo,
para sostener las horas
que encorvan mis dedos.
Y escribo para dividirme en dos
y enterrar la pena.


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