Tiembla el deseo cuando tu boca desprende tu respiración junto a mi cuello. Tus dedos impacientes, van resbalando por la tela de mi piel, surcando todos los senderos de las horas. Un cúmulo de sensaciones se aloja entre las piernas, siendo la intimidad cálida y ardiente para que sucedas y en nuestro gemido se despierten los instintos más primitivos. © Blanca |
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