NIÑEZ
Te querré hasta siempre, gritaba una lengua pequeña. Te voy a cuidar hasta siempre y se formaba un globo Rosa. Y ahora, cuando es ahora, qué minúscula me veo en esta feria efímera y maldita. Qué incongruencia de voces, qué endeble es todo, a excepción del hierro de mis manos y el imán de tu pecho. Pero ahí está la lluvia que no cesa y moja las secuencias de mapas antiguos. Ha salido el sol y he silbado para atraer a los pájaros, mientras se escucha esa antigua canción. Y ahora mientras respiro, evoco bostezos de coraje al ritmo de un disco de vinilo.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario