Un día pasa y otro le sigue y en ese tiempo, escribo tu nombre entre soledades, el otoño y hojas secas. Se cruzan vocales y letras no encuentro que agasajen mis versos. Me inmiscuyo en tus sentires cual pena no alcanza. Dejaste la tierra, el sol y caminas en noche cerrada vagando desnudo, sin sombra que te abrigue. Solo, el silencio de los silencios te acompaña. © Blanca |