RESURRECCIÓN Yo no soy santa, pero te resucité entre sábanas blancas. Ardían los clavos del miedo a la esperanza. Se alzó un nuevo albor al filo de lo cierto, cuando tus piernas se colocaban en las mías y allí estaba yo, estábamos; clavados en la cruz y el cáliz, entre lo cierto y lo incierto. Sabía del calvario del amor, pero la sangre ya era una y tu pasión, resucitó en la mía. © Blanca Vicario |
Me encanta, tu palabra y tu blog
ResponderEliminarUn abrazo Blanca
Gracias Ana... viniendo de ti, un placer recibir tu visita y comentario. Besazo !!
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