Desde que el eje de tu cuerpo dejó de sostenerte. Yo muero y resucito. Muero con el alba, de cuclillas. Resucito con la noche, cuando el agua de las cuencas de mis ojos, se acerca hasta las rodillas. Entonces… Me sé; Que hay que apretar los puños fuerte. Para seguir soñándote. Para que no te escapes. © Blanca |
Impecable!!!
ResponderEliminar<3 <3 <3 deberia ser pecado el olvido del viaje literario que te trasmporta tu mente en él.
ResponderEliminarResurgir y soñar ...
ResponderEliminarbeso