MÍA CULPA Me avergüenzo de mi condición humana y llevar en mi ombligo el don de la vida. Me avergüenzo de tener boca y enmudecer a destiempo. Me avergüenzo de hablar de amor sin saber su permanencia. Existo y escribo, pero también me avergüenzo de no saber aprovechar, todos los espacios en blanco. Me avergüenzo, sí. Y me redimo en posición fetal, para nacerme mejor persona. © Blanca Vicario |
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