Allá, donde la voz no llega, los ojos no alcanzan y la boca no besa, yo pronuncio tu nombre. Quizás algún rato en ese vuelo grato, se acerquen gaviotas y te lleven consuelo. Te hablarán de mis huellas, de todos mis pasos, de la música y el canto, de mi piel bañada solitaria a las olas, del perfume que llevo, de todos mis anhelos. Será, cuando abandonado al vuelo de tus alas, vuelvas a esa arena virgen que espera en la playa. © Blanca |
Aún estando lejos permanece el deseo.
ResponderEliminarhermosas letras, beso