Será...

que mi cuerpo

y mi mente

a veces se enredan.

 

Y se enjaulan

 

y sueñan.

 

Sueñan que tienen alas.

 

¿Será Septiembre? 

 

© Blanca Vicario

 

Blanca Vicario

 

 

    

 

 

 

Sentir esa humedad

que trae la lluvia

y dormir sin escuchar

otro respiro.

Evocar a los dioses

y no verles venir

a poner orden.

Sentir el fuego crepitar

sobre unas manos

llenas de tormenta.

Ahora,

guarda todas las noches

bajo las sábanas

y acude a los espejos

empañados en soledad

y silencio.

Luego,

dibuja desnudos

abstractos.

 

© Blanca Vicario

                                                                   

                                            

ESPERAR                      

 

Dicen que la esperanza

es lo último que se pierde

y yo me canso de tanto color verde.

Hoy vestí mi boca de amapola

para gritar al campo.

¡Que me escuche!

así, a lo largo,

liso y llano,

como la verdad cuando no se esconde.

Que sepan hasta los pájaros,

de piedras,

de soledades,

de ríos sin cauce,

de bosques de un verano seco,

sin nada de verde;

para cambiar la espera.

 

© Blanca Vicario

Soy.... esa casualidad.

Abrázame mientras se esfuma la vida.

Seremos: nada.

© Blanca Vicario

 

 

   

                                                                        

Desnudar.

Desnudarse a tu piel, con la fuerza de un león.

Deshojar.

Deshojarte verso a beso, todos los poros cerrados.

Arrancar.

Arrancarte y quedarme todas las cuerdas de voz.

Escuchar.

Escucharte, ciega sorda y muda.

Haber.

Haberme mío.

 

© Blanca Vicario

Se pasa la vida...

durmiendo,

soñando,

inventando huecos

para llenarlos.

¡Que crezcan flores!

salvajes,

asilvestradas,

para dejarlas en señal

de vida,

para no cortarlas.

Que trepen,

que griten.

© Blanca Vicario

     

       El día se quedó en los zapatos,

     yo descalza, volvía a soñar.

                                                   Blanca Vicario